Antes de llevar a la niña o adolescente a su primera consulta ginecológica, es necesario explicarle de qué se trata esta nueva experiencia. Los primeros controles son consejerías y educación.
Uno le va preguntando a la paciente ciertas cosas y hace un examen general, que consiste básicamente en medirla, pesarla, examinar las mamas y ver cómo están los vellitos, por si existe algún trastorno hormonal.
No necesariamente se examinan los genitales. Es muy importante que la adolecente tenga claro que en ningún caso el médico invadirá su privacidad. Sólo así logrará relajarse un poco más y comprender que la visita al ginecólogo es algo que la ayudará no sólo en su salud y crecimiento, sino también en su aceptación y autoestima respecto del ser mujer, por cuanto le permitirá conocer su cuerpo y los cambios que éste irá experimentando a medida que se desarrolla.