También existen los sangrados uterinos orgánicos o de causa estructural y son ocasionados por problemas como los miomas,pólipos, adenomiosis inclusive los dispositivos intrauterinos como la T de cobre.
Aunque son muy comunes y en muchas ocasiones no representan un problema mayor para la mujer, dependiendo del lugar en el que se ubiquen dentro del útero y de su tamaño pueden generar intensos dolores, anemia, infecciones urinarias o afectar la fertilidad.
Los miomas uterinos se clasifican según su ubicación dentro de la matriz, lo que también determinará sus efectos sobre la salud, la fertilidad y el tipo de tratamiento a aplicar. De esta forma los tipos de fibromas son: Miometrales: ubicados en la pared muscular del útero. Submucosos: se encuentran bajo la superficie del revestimiento del útero y se desarrollan hacia la cavidad del mismo.
Suelen ser los miomas que presentan más complicaciones pudiendo afectar la fertilidad. Subserosos: se ubican y crecen hacia la parte externa de la matriz Pediculados: están en el pedúnculo externo del útero o dentro de la cavidad del mismo Sintomáticos: una señal clara de su presencia es el sangrado entre los períodos,lo que puede hacer que la mujer piense que ha tenido un descontrol menstrual.
Otro síntoma de un mioma uterino el el sangrado menstrual muy abundante que en ocasiones puede presentar coágulos. Esto conlleva a que en ocasiones los períodos duren más de lo habitual. Experimentar dolor durante las relaciones sexuales puede ser también parte de los síntomas de los miomas uterinos.
Esto dependerá de la ubicación del fibroma. Dolores menstruales y calambres en la zona pélvica. Presión en el vientre. Deseos de orinar con mayor frecuencia Si presentas varias de estas señales lo más conveniente reservar una cita con nosotros para una exploración completa. Esta es la única forma de detectar miomas uterinos de manera eficiente y aplicar así el tratamiento indicado según sea el caso.